En los laboratorios se necesita, generalmente, una fuente de alimentación de bajo voltaje.
Pueden utilizarse pilas,
pero resulta más cómodo usar un rectificador de corriente . Este rectificador da una salida máxima de 15 voltios de tensión.
Va provisto de un fusible para "defenderse" de variaciones bruscas de tensión.
El equipo completo consta de un transformador de corriente alterna, que en la época era de 125/127 voltios,
y una salida máxima de 20/22 voltios.
Y un rectificador, que transforma, la corriente alterna en continua.
El equipo pertenece a "ifa Instituto de L. Torres Quevedo de instrumental científico" y comercializa "ENOSA".