Hemos cumplido ya la primera semana de Cuaresma, recordando su comienzo con la imposición de la ceniza por parte de nuestro capellán Don Feliciano, que nos recordó que de ella provenimos y en ella nos convertiremos.

De esta forma, y bajo los símbolos de un barco sobre el que navegamos, la paloma de la paz, y unas gafas gigantes para poder ver cómo nos ve Dios, los chicos del colegio (de entre 3 y 16 años) fueron bendecidos para poder «navegar» estos 40 días con la presencia del amor, el perdón, oración y recogimiento con los que anduvo Jesús en el desierto.